viernes, 15 de marzo de 2013

Prométeme un para siempre. Cap. 16.

-Buenas tardes.- Le digo cuando abre los ojos.
-Y muy buenas que son.- Me dice Beto mientras se incorpora. 
Nos besamos y nos comenzamos a vestir. Cuando acabo recojo los libros y hojas que tengo tiradas por todo el cuarto. Noto su mirada sobre mi, me vuelvo y me mira.
-Creo que estas más guapa sin ropa que con ella.-Dice mientras que se acaba de poner la camiseta. Le doy un pequeño puñetazo en el brazo a lo que él pone una mueca de dolor.
-Me has echo daño, bruta.-Me dice mientras se masajea el brazo derecho.
-No me seas exagerado Beto, no es para tanto jo.- Le digo.
-Exagerado dice, si eres tú la que siempre exagera.- Me dice y me mira y sonríe.
-¿Así?¿Cuando?- Le pregunto. No se a que se refiere, no sé que está tramando.
-Ahora por ejemplo.- Y me coge y me tira contra la cama. Comienza a hacerme cosquillas por todos lados y yo grito.
-Ves, yo nunca miento.-Para de hacerme cosquillas. Estoy debajo de él y está sentado sobre mis piernas. Se acerca lentamente y me besa los labios. Me coge y coloca los brazos hacía arriba. Sigue besándome despacio. Me encanta cuando lo hace así.
Al rato bajamos al salón a merendar, hablamos de todo y de nada pero sobre todo reímos y sonreímos. Es increíble la facilidad que tiene para transformar mi alrededor, llenarlo de sonrisas y de besos, él es increíble.
Cuando llega mamá le invita a quedarse a cenar y a Beto no le queda más remedio que quedarse. Intenta hacer que mamá sonría aunque solo sea un poquito. Acabamos de cenar y él se marcha.
Subo a mi cuarto y tengo llamadas perdidas de Lara, mi mejor amiga desde siempre. Le mando un sms y ella responde al segundo "Con que con Beto, ¿eh? Ya me contarás, perra. Mañana como te vea en el instituto te enteras. Te quiero pecas." Lara y sus mensajes amorosos, Lara y su delicadeza, está muchacha no tiene remedio. Me quedo dormida pronto aunque al día siguiente me cuesta un mundo levantarme.
Voy camino del instituto y me doy la vuelta cuando oigo mi nombre.
-TÚ CACHO PUTA, ESPERA JODER QUE TE LLEVO LLAMANDO UN BUEN RATO.-Me grita Lara desde la otra acera. La verdad es que hace mucho que no nos hemos visto y ha cambiado, parece un pelín mas alta y el pelo lo lleva cortito.
-Llevo la música puesta y no te he oído. Perdona.- Le digo y le sonrío.
-Un momento...-Se para en seco y me mira.- ¿Y ESA CARA DE FELICIDAD? TE LO VEO EN LOS OJOS. ¿LE HAS VUELTO A DAR USO, VERDAD?-Grita mientras me toca por la zona de la cremallera de los vaqueros. 
-Lara tía, no grites, que no hace falta que se enteren todos.-Le digo mientras señalo a un grupo de chicos que se han dado la vuelta al oír sus gritos.
-Ay perdona, pero es que estoy emocionada. No me seas capulla y cuenta.-Me dice mientras me aprieta el brazo.
-Vale, aún queda un trozo de camino así que...-Le digo y comienzo a contarle.
Con forme voy avanzando a Lara se le pone cara de viejo verde vicioso y a mi me da la risa tonta. Al verla así decido divertirme un ratito, a nadie le sientan mal un par de risas por la mañana temprano.
-Pues me quitó las bragas y me la metió. La sacaba y la entraba despacito hasta que yo me... y él pues también.- La miro y tiene una cara de viciosa que no puede con ella.
-¡Y COMO NO TÍA, COMO NO! Yo también lo haría- Y ahora es cuando Lara saca su lado lesbiano y me mira de arriba a abajo.
Llegamos al instituto y ella pide más detalles y yo me niego.
-Oye pecas, solo una duda. -Me dice cuando estoy apunto de entrar en mi edificio. Le miro y le hago una seña con la cabeza.- ¿Le hiciste una paja? ¿Te metió los dedos?-Me dice mientras me mira a los ojos.
-Ya me extrañaba que no me preguntaras. Eres una cerda y una salida.- Le digo mientras le doy un pequeño empujón. 
-¿Pero eso es que si o que no? NO ME DEJES CON LA INTRIGA SO PUTA, QUE AHORA NO ME PODRÉ DORMIR EN RELIGIÓN. QUE TE ESPERES LECHE, QUE ME CUENTES SO ZORRA.- Me grita y un niño de 1º de la ESO que pasaba a su lado se le queda mirando y ella le grita a él. El niño sale corriendo y Lara se parte el culo. Me mira.
-Mira, uno que no va a poder dormir esta noche.-Y se va riendo moviendo la cabeza para todos lados. La verdad es que Lara de siempre ha sido así de loca y espero que no cambie porque me encanta tal y como es. Porque mi Lara, es la mejor.

lunes, 4 de marzo de 2013

Prométeme un para siempre. Cap. 15.

Comemos y en cuanto acabamos de comer comenzamos con las clases de geometría. Estamos en el cuarto de estudio sobre una alfombra que cubre la mayor parte del suelo. A Beto se le da genial la geometría y se esfuerza por explicármelo de mil maneras posibles para que lo entienda.
-Soy idiota, esto se me da como el culo. No me sale nada, llevamos horas con esto.- Le digo bastante frustrada.
-Dedicaremos las horas que hagan falta. Concéntrate un poquito más y ya verás.- Me dice en tono cariñoso. Qué me concentre dice, como si fuera tan fácil poder concentrarme teniéndole delante y con esa camiseta que le queda tan genial.
Prosigo haciendo ejercicios hasta que me atasco en el último. Lo hago mil veces y nada. Me recojo el pelo con un moño bien alto y Beto sonríe pícaro, se acerca y me susurra muy despacio como se hace a la vez que sus dedos recorren mi espalda, se me eriza la piel y él sonríe satisfecho. Le soplo e intento hacer de nuevo el ejercicio y esta vez lo consigo.
-Por fin, ya estaba comenzando a ponerme nerviosa.-Le digo mientras me rehago el moño.
-Estaba seguro de que lo harías.- Me dice Beto mientras se levanta y se sienta en la cama. Le miro y él paso su lengua despacio por cada uno de sus perfectos dientes. Lo hace aposta porque sabe que eso me vuelve loca. Me siento encima de él. Tiene mis pechos a la altura de los ojos, los mira y resopla. Sonrío y él me come la sonrisa.
-¿Y cuando vuelve Claudia?- Me pregunta entre beso y beso.
-Creo que para cenar.- Le contesto y miro el reloj.-Son las cinco, tenemos tiempo.- Le digo mientras le devuelvo un beso.
-¿Tiempo para qué?- Dice mientras me hace cosquillas en la cadera a lo que yo respondo con un pequeño salto.
-Ah, no sé, tú sabrás.- Le digo mientras le atraigo hacia mi boca con fuerza.
-Pero si has sido t- No le dejo acabar. Le beso y le quito la camiseta.
Me quita la camisa y al tirar con fuerza el moño deshace y el pelo cae sobre mis hombros. Beto se tumba poco a poco en la cama y me quedo totalmente tumbada encima de él. Sabe que estoy incómoda y sin mediar palabra me pone debajo de él. Comienza a besarme por todos lados y  a tirarme pequeños mordiscos en las clavículas. Llega al cinturón y me mira. Le digo que si con la cabeza y me quita los pantalones a la vez que yo desabrocho los suyos y nos quedamos en ropa interior. Tengo las piernas cerradas y él quiere colarse. Al principio desisto un poco pero luego las abro ligeramente. Seguimos besándonos, dejándonos llevar por el deseo, me da igual todo solo quiero que esto dure para siempre.
Sin saber muy bien cómo nos hemos quedado totalmente desnudos. Se acerca lentamente hasta conseguir estar dentro completamente. Se mueve despacio, no es nuestra primera vez pero aún así no quiere hacerme daño. Sube poco a poco el volumen  y suelto un pequeño gemido. Eso parece gustarle porque su respiración se acelera, eso o que se ha... Pero ahora no voy a pensar en eso, voy a disfrutar de nuestro momento.

Al  rato me mira y me sonríe  Se tumba a mi lado, nos abrazamos y las sábanas cubres nuestros cuerpos desnudos. Y así nos quedamos. Cuando despierto me encuentro su torso descubierto, su perfecto y follable torso. Miro para ver que hora es y al lado del reloj me encuentro el envoltorio de un preservativo. Suelto un suspiro de alivio. Menos mal que él sí que a tenido cuidado. Le miro y observo como respira. Intento despertarlo dulcemente, así que opto por recorrer su cuerpo con mis labios.