domingo, 30 de diciembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 9.

Hoy hace justo dos meses que Beto y yo nos dimos nuestro primer beso. Dos meses del comienzo de una nueva historia, que tal vez, sea para siempre.
Mamá se alegra mucho por mi, sabe que Beto me hará feliz. Intenté disimularlo los primeros días, pero a ella no se le escapa nada y tuve que contarle todo con pelos y señales. Mientras le contaba sus ojos se iluminaban, parecía una niña pequeña. Ya esta mejor de todo el tema de Ricardo, ya apenas lo nombra y no anda cabizbaja por la casa. Ahora esta entretenida en un pequeño huerto que esta criando en el invernadero. Se pasa las horas allí, es como su pequeño refugio.
He dejado el tabaco, bueno, casi. Me han "convencido" que es muy perjudicial para mi salud, pero aunque lo sé, alguna vez que otra caigo y me fumo uno o dos.
Beto está apunto de pasar a recogerme y estoy atacada. Me he probado mil conjuntos, pero a todos les saco alguna pega. Al final acabaré con un jersey y unos vaqueros, lo veo venir.
No se que coño habrá preparado ya que me dijo que me llevase ropa de abrigo, y yo pensé '¿Para qué, si yo lo que quiero es que me la quites?'.
Estoy muy nerviosa y no logro estar parada en un sitio. Es una sensación extraña, como una mezcla de los nervios que tienes el primer día de clase y la emoción que sientes cuando estas en un concierto de tus ídolos.
Justo cuando he acabado de prepararme suena el timbre. Al final he optado por unos leggins y un jersey nuevo que tenía por ahí guardado. Le doy un beso en la mejilla a mamá y me hace prometer que  no volveré tarde,cosa que sabemos las dos que no cumpliré, y que llevaré cuidado.
Bajo y Beto me está esperando en la calle, lleva una especie de bufanda en la mano. Le doy un pequeño beso en los labios y a él se le escapa un 'ummm'.
-Y bien, ¿donde vamos?-
-Es una sorpresa, ya lo verás.-Me guiña un ojo y se coloca tras mía. Me habla mientras me tapa los ojos con la bufanda. No paro de rogarle que me cuente más y eso parece divertirle porque comienza a reírse y a hacerme cosquillas por todos lados.
-Te odi-Le intento decir, pero no me deja acabar la frase. Me rodea con los brazos y me besa.
-Sé que no.- Y me señala el coche.
Subimos en el y comenzamos el camino. El trayecto se me hace eterno. Tengo miedo por que no se si estoy haciendo lo correcto, no se si acabaré perjudicada. Tal vez me precipité al decirle que quiero un para siempre a su lado pero en esos momentos yo lo quería todo con él. Y ahora también, joder. ¿Que estoy diciendo? Le quiero, mucho, demasiado. No me importa si se convierte en adicción, para nada, porque será la adicción más sana a la que me pueda enganchar y quien no arriesga, no gana y yo quiero arriesgar, darlo todo por él, para que sea feliz, para que se sienta querido, para que sepa que jamás me voy a marchar. Porque le quiero y le necesito en mi vida.
El coche se para y Beto se baja. No se donde estamos, no se oye nada de nada. Parece querer escucharse el ruido del viento en los árboles, pero muy flojo. 
Intento salir del coche pero no puedo, lo ha cerrado y me ha dejado a mi dentro. Comienzo a gritar como una loca y Beto da golpecitos en el cristal.
-No pasa nada, Alis, estoy terminando. No te quites la venda y no grites por favor.-Y oigo sus pasos. Mierda, me tengo que quedar aquí parada sin hacer nada.
Al rato vuelve y me saca del coche. Afuera no hace mucho frío, de vez en cuando viene un poquito de aire y eso me gusta. Me coge de la mano y me dirige hasta un punto concreto. 
Se posa detrás mía y me abraza. Estamos así un rato hasta que Beto rompe el silencio.
-¿Estas preparada?-
-Si.-Le respondo y acto seguido me desata el nudo con cuidado para no tirarme del pelo. Cuando me la quita me tengo que frotar un par de veces los ojos porque no veo nada. Cuando consigo ver algo noto un escalofrío y como mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas. No me lo puedo creer. 


Holis :3 Quiero saber cuanta gente lee la 'novela', así que si la lees te pido por favor que hagas RT a este tweet. Para alguna reclamación ->   twitter. Gracias :3

viernes, 28 de diciembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 8.

Llegamos y nos esta esperando para comer. La comida resulta ser muy vergonzante para mi. La abuela no para de intentar emparejarme con Beto y él le sigue el juego. Los dos parecen dos niños pequeños.
Cuando acabamos de comer Beto decide que vayamos al parque para que así me cuente todo lo sucedido con Vanessa.
Llegamos al parque pero hoy esta distinto. Todo esta cubierto de un bonito manto blanco de nieve. Unos niños juegan a tirarse bolas de nieve y cuando pasamos junto a ellos nos miran y silban. Pensarán que somos pareja o algo. Pero no creo que eso pase nunca.
Nos sentamos en nuestro banco, el más alejado de todo el parque. Me siento a lo indio encima del banco mirando hacia él. Me mira y me acaricia la rodilla.
-Bueno cuando quieras puedes empezar...-Tal vez no debería haberle dicho nada, pero no aguantaba. Quiero saber todo, todo y todo.
-Las primeras semanas estábamos bien, pero luego las cosas cambiaron.- ¿Que cosas? ¿Yo? ¿Fue porque aparecí yo de nuevo de la nada? Me doy cuenta que me estoy mordiendo las uñas y paro. Me mira y sonríe.-Y ayer le dije que no podía seguir con ella, que pensaba que la quería, y que la quiero, pero no como la debería de querer. Ella necesita a un chico que la quiera, que la sepa valorar y que la haga feliz día a día y que él también lo sea-
-¿Es que tú no eras feliz?-El corazón me late. Se gira y me mira.
-No del todo, porque yo solo puedo ser feliz con...-Y mira hacía adelante. Estoy nerviosa. Me tiembla todo.
-¿Con quien?-Quiero gritarle, que lo, diga que no me haga esperar. No me contesta. Y me pongo más nerviosa.-¿Eh?-
-Yo solo puedo ser feliz si estoy a tu lado, contigo, día tras día, minuto tras minuto.-Y se acerca a mi. Sus labios están junto con los míos. Cierro los ojos para disfrutar del beso. No es mi primer beso, pero si uno de los mejores. Nuestros labios se funden y noto como lucha por meter la lengua. Le dejo ganar y nuestras lenguas juegan. No me importa si nos ve mucha gente, no me importa nada. Solo él. 
Se despega de mis labios y me mira. Los ojos le brillan como jamás había visto que le brillasen. Su sonrisa es preciosa y solo me dan ganas de comérmela. 
-¿Y esto?-Solo soy capaz de articular esa palabra.
-Esto lo llevaba esperando hacer mucho tiempo, desde que te conocí. Cada instante he soñado con este beso. Porque jamás he logrado olvidarte. Ha habido muchas chicas que han pasado por mi vida, pero ninguna me ha dejado la huella que tú me has dejado. Ninguna me ha marcado tanto. Me da igual si una vez me hiciste daño, solo quería sentir lo que se sentía al besarte. Y ahora ya lo sé.-Y me entran ganas de llorar. No me lo puedo creer, ha estado siempre enamorado de mi.
-¿Y que sentías?-
-Que todo se paraliza, que quiero quedarme así para siempre, que te necesito para ser feliz. Y que quiero hacerte feliz.-Y vuelve a besarme, tal vez esperando a que yo me separé, pero no, no lo hago. Yo quiero también quiero quedarme así para siempre, solo que por ahora me lo callo.- ¿Y tu...?-
-¿Yo? Que deseaba esto con todas mis fuerzas. Que llegaras y me besaras, que me dijeras que me querías. Tal vez esto siempre ha estado dentro de mi y ahora es cuando debe salir.- Y le cojo de la mano. Nos levantamos y nos besamos. Seguimos besándonos y abrazados. Y le susurro en la oreja un 'Sé que es pronto, pero prométeme un para siempre.' Una sonrisa vuelve a dibujarse en sus labios y se abren para decir un 'Te lo prometo.'

Prométeme un para siempre. Cap. 7.

Los días pasan rápido, tal vez demasiado. Faltan pocos días para Navidad. Estas navidades están siendo un poco tristes. Mamá se esfuerza por aparentar que esta bien, que no pasa nada y que lo ha superado. Pero sé que es todo lo contrario, sé que todas las noches llora por cada uno de los golpes recibidos pero sobre todo porque ha vuelto a equivocarse. Y eso debe de doler mucho, enamorarse, confiar en alguien, darle todo lo que puedas, intentar que sea feliz cada instante que este a tu lado para que luego te rompa y te haga heridas que jamás podrán cicatrizarse. La vida te da lecciones, unas buenas y otras demasiado malas. No todo es bonito, no todo son sonrisas. Sé que todo esto algún día me pasará factura, me costará mucho creer en el amor y mucho más en para siempres porque en esta casa nos han durado menos de media hora.
Oigo que llaman en la puerta de mi cuarto, pero yo sigo inversa en mis pensamientos.
-Alissa cielo, me acaba de llamar la tía y me ha dicho que si me quiero ir con ella a Londres para dos semanas que dura la conferencia...no quiere irse sola y ha pensado que yo necesitaba...Bueno, tú también puedes venir con nosotras.-No le contesto, no me apetece hablar, solo quiero meterme bajo las sábanas y no salir jamás. Hoy no estoy de humor.-¿Alissa, me oyes?-
-Em..sí mamá, id vosotras, tranquila, yo me quedaré aquí. Estaré mejor.-Trago saliva, necesito llorar pero no quiero que me vea.
-¿Seguro?-Y asiento con la cabeza.-Vale, voy a decirle que voy con ella. Pero tú tendrás que ir a comer a casa de la abuela. Dormir si quieres puedes hacerlo aquí.-
-Vale.- Y suelto un suspiro. Me gusta ir a casa de la abuela.

Me acabo de despertar y miro el despertador. Son las 11:30 y por lo que veo mamá aún no ha vuelto. Hoy es Navidad.
Me dirijo a paso lento hacia la cocina y me preparo un buen bol de cereales. Enciendo la tele pero no hay nada que me interese. Las películas de Navidad son siempre lo mismo y ya aburre. 
Suena el teléfono, pero no lo cojo. No me apetece hablar con nadie. Salta el contestador, es mamá diciendo que no podrá llegar hoy, que hay tormenta de nieve. Menudas Navidades.
Me visto rápidamente y salgo a la calle. En la calle me cruzo con quien menos quiero ver en estos momentos. Intento hacer como que no le he visto y sigo caminando, pero no se rinde y me grita. 
-¡Alis! ¿Es que estas ciega?-Se acerca corriendo hacia mi.
-Si.-Le contesto muy borde. No estoy para risas.
-Tranquila peque, no pienso hacerte daño.-Y ríe. Y eso me enfurece aún más. 
-Ja, ja, ja. Muy gracioso Beto. Me encantaría quedarme a charlar contigo pero debo irme.-Y echo a andar. Pero no se rinde y me sigue. Me pone mil escusas para que me pare, para que hablemos. Pero nada.
-Vanessa y yo lo hemos dejado.-Bingo. A dado en el clavo. Me paro y hace una mueca. Lo sabía, sabía que con esto me iba a parar.
-¿Que? Ay Beto, lo siento mucho, perdona, perdona. Es que hoy estoy de mal humor.-Mierda. La he cagado pero bien, él solo quería desahogarse.
-JAJAJA Tranquila, no pasa nada. Yo estoy bien. Te invito a comer vamos.-Y coge de la mano.
-No puedo. Le he dicho a mi abuela que iría a su casa a comer y no puedo fallarle...-Antes de acabar la frase se me ocurre una idea. Saco el móvil del bolsillo y marco rápidamente. Beto hace gestos y yo me río. Cuelgo y vuelvo a él.- Mi abuela esta encantada de que vengas a comer.-Y le vuelvo a sonreír.
-Pe..pe..pero Alis, no es necesa.-
-No hay mas que hablar. Vienes y punto.-

viernes, 14 de diciembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 6.

Me levanto y me siento a su lado.
-Esto...Beto yo..yo no pretendía hacerte..- Y no me deja terminar la frase, pone su dedo índice sobre mis labios.
-Tranquila pequeña, no es culpa tuya, he sido yo, no se porqué lo he echo. No debería, si se enterase...-Y su tono de voz va disminuyendo.
-¿Enterarse? ¿Quién?-Tal vez no debería haberlo dicho, pero el corazón me va a mil.
-Conocí a una chica, y ella y yo ahora estamos....juntos.- Y noto una punzada en el corazón. Siento algo que no se muy bien que es, por una parte me alegro pero por otra sin embargo... Él sigue hablando, pero no me apetece escuchar su historia. Esta contándome que la conoció en el campus, que es alta y rubia y viene de una familia rica. Es un año mayor que él y estudia idiomas. En resumen, una pija, pija, pija, pija. Todo lo contrario a mi.
-Me alegro.-Y le sonrió para que no note lo que estoy empezando a sentir.- Y...¿Cómo se llama?-
-Vanessa.- Y tras escuchar el nombre no puedo evitar acordarme de la típica frase de 'La que te la pone tiesa.' JAJAJA Pija con nombre de choni, la mezcla ideal JAJAJA. -Pronto la conocerás, y seguro que hasta os haréis amigas.
-Si, amiguisímas.-Tengo que aguantarme la risa, pero Beto se da cuenta y me mira con una cara un poco extraña.-Lo digo en serio.-Y me pongo seria para dar más credibilidad a mi frase.
-Te creo. Bueno tengo que irme, he quedado..- Y me mira con cara de cachorrito abandonado.
-Anda vete, pero antes, ayúdame a recoger todo.
Se va y vuelvo a quedarme sola. La cabeza me da vueltas, necesito un cigarrillo.
Subo en busca de mi chaqueta, MIERDA, debí olvidarme el paquete en casa de Beto, voy a enviarle un¿PERO QUE COÑO ESTOY DICIENDO? Él esta con su novia siendo feliz, y no tengo porque molestarle. Él disfrutando y yo, yo aquí hablando sola. ¿Y porque hablo sola? Ay dios, necesito un cigarro ya.
Es casi de noche y mamá no tiene que tardar mucho, le dejaré una nota para que no se preocupe.
Me pongo mi gorro de lana y camino decisiva hacia el estanco. Lo bueno que tiene este pueblo es que te venden tabaco aunque tengas 17 años, a ellos les da igual con tal de que les compres.
Cuando vuelvo a casa la cena esta casi lista. Durante la cena mamá pregunta que quien ha traído las melosas y no me queda mas remedio que contarle parte de lo sucedido con Beto. Cuando acabo sonríe feliz, para ella es como un hijo suyo y se alegra de que sea feliz pero como a cualquier madre no se le escapa nada.
-¿Todo bien, cielo?-Me dice mientras recoge la mesa.
-Pues claro, me alegro mucho por Beto porque sé que es feliz. Y eso es lo único que importa.-Y a la frase le faltaría un 'pero me gustaría que lo fuese conmigo.' pero sonaría egoísta y no estoy preparada para decir eso, o al menos todavía no.
Me voy pronto a la cama aunque no consigo dormir. Esta siendo un fin de semana un tanto ajetreado  primero la discusión y luego lo de Beto.
Aún no se lo que siento por él, si es amor o simple atracción, pero es que cuando estoy con él todo se paraliza, me divierto a su lado y soy feliz con él. Me encanta cuando mi mira y me sonríe  cuando me llama por cualquier mote idiota, cuando simula estar enfadado conmigo pero sobre todo me encanta cuando me abraza porque me siento protegida en sus brazos, cuando me aprieta contra ellos y me promete que siempre estará a mi lado. 
Tal vez haya estado todo este tiempo 'enamorada' de él, tal vez no quería admitirlo y tal vez ahora sea demasiado tarde. No puedo decirle nada, no puedo hacerle esto ahora que él es feliz. No quiero volver a hacerle daño. El mismo daño que un día le causé.

Prométeme un para siempre. Cap. 5.

Son las 4:30 y mamá acaba de irse. Estaba en la ducha interpretando una de mis mejores canciones cuando oigo mi móvil sonar. Llego justo a tiempo para cogerlo.
-¿Digamelón?-Dije con una sonrisa en los labios. Las duchas cuando estoy sola me sientan genial.
-Melón.-Dijo la voz del otro lado del teléfono. Obviamente había reconocido la voz pero me apetecía seguir el juego.
-No, lo siento, aquí no hay un melón.-
-Uno no, pero seguro que dos sí.-Y le oigo reírse.
-Serás cerdo, siempre estas igual.-
-No Alis, eres tú quien me incita a pensar mal. ¿Que haces?.-
-Hacer poco, acabo de ducharme e iba a secarme el pelo, estoy sola y no creo que tenga otra cosa mejor que hacer.-
-Pues sí que tienes, me debes una comida, bueno una merienda. En 15 minutos estoy allí.-Y me cuelga y vuelve a dejarme sin palabras. Siempre me hace lo mismo.
Cuando acabo de secarme el pelo me pongo enfrente del armario y no se que coño ponerme. Sé que solo vamos a estar en casa, pero no se, quiero estar 'mona'.
Suena el timbre y como siempre llega puntual. Le abro y descubro que lleva una bolsa colgando de la mano derecha.
-¡Eh! ¿No me has dicho que esta vez invitaba yo?-
-Pues claro, además no son para ti, son para Claudia. Las he visto en la pastelería y no he podido resistirme perdón si...- Que mono por dios, sabe lo mal que lo esta pasando mamá con todo esto e intenta sacarle una sonrisa.
-Tranquilo Beto, seguro que le sacas una sonrisa. Muchas gracias.-Y noté como mis ojos se estaban empezando a llenar de lágrimas.-Anda pasa, no te quedes ahí.
Dejo la bolsa encima de la mesa de la cocina. Mientras estoy preparando un par de sándwiches  mando a Beto a mi cuarto a por el mantel de la bandera de Inglaterra. 
Tarda un rato en bajar y cuando lo hace trae una sonrisa de bobo en la cara. ¿Que habrá echo? Espero que no haya encontrado el cajón de..No, no creo que haya sido tan capullo de bajarse algo de ahí.
-¿Sabes? Hacía mucho que no entraba en tu cuarto. Esta muy cambiado, aunque el cajón...-Y se echa a reír como un loco. Lo sabía, lo ha abierto.
-¿Que has echo? Me estas empezando a dar miedo.-Y me mira y se ríe.- Joder, no, que vergüenza- Y no puedo evitar ponerme colorada. En ese cajón hay demasiados recuerdos y fotos vergonzosas.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJA ¿Porque lo dices? Ni que hubiera fotos en las que sales desnuda metida en una bañera.-Y rompe en carcajadas, rueda por el suelo del jardín señalándome y partiéndose el culo. 
Sabe el coraje que me da que hagan eso y lo único que quiere es picarme. Intento desviar la mirada y no caer en su juego, solo quiere que ataque contra él. Tardo poco en morder la cuerda y caer en su juego. Me abalanzo hacía el, empieza ha hacerme cosquillas y yo grito cada vez  mas fuerte. Estamos riendo y con la respiración cortada, estoy de nuevo debajo de él y él encima de mi. 
Nuestras miradas se cruzan. Me veo reflejada en sus ojos. Me sonríe y le devuelvo la sonrisa. No se porqué me muerdo el labio inferior, pero él debe tomarlo por indirecta porque sus labios en un abrir y cerrar de ojos se encuentran a pocos centímetros de los míos. Tiene los ojos cerrados y yo decido hacer lo mismo. Noto su respiración muy cerca y se lo que viene a a continuación y la verdad no me importa, es un simple beso o tal vez no..tal vez..le quiESPERA, ¿Porqué tarda tanto? ¿Porque sus labios no se han juntado con los míos ya? 
Abro los ojos y me lo encuentro sentado en el mantel con la mirada perdida y por la expresión que tiene dibujada en la cara me tiene que decir algo, y algo me dice que es malo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 4.

Ha estas horas las calles están llenas de gente con las manos repletas de bolsas. También hay parejas que van cogidas de la mano y parecen muy felices. Como me gustaría estar así, enamorada de alguien que también lo esta de mi, poder decirle te quiero millones de veces sin cansarme, desear besar unos únicos labios, querer estar con él a todas horas. Necesitar sus abrazos para seguir adelante. Pero aún no ha llegado el momento y a veces dudo de que llegue. 
Llego a la puerta de casa, la verdad me da miedo entrar por lo que me pueda encontrar. Y algo me dice que esta vez es diferente, tal vez por la llamada a mamá por como tenía el tono de voz o por intuición mía. No se, pero espero equivocarme. 
Entro en casa y me la encuentro en silencio. Parece que todo esta en orden. Me dirijo hacia el salón en busca de mamá y compruebo que no está. ¿Donde esta? ¿Donde se ha metido? Comienzo a preocuparme cuando entro en la cocina y tampoco hay nadie. No se donde buscar más, en los sitios que suele estar no hay nadie. Miro a través de la ventana y me la encuentro sentada en una silla en el jardín. Cuando estoy cerca de ella se vuelve hacia mi y me sonríe amargamente. 
-Mamá, perdóname por haberme ido ayer así, sin decir nada, pero no aguantaba más, se pasa mamá, se pasa.- y me eché a llorar, necesitaba descargarlo todo, había aguantado demasiado. Me levantó la cara con sus manos suaves  y mientas me secaba las lagrimas me di cuenta que tenía el labio hinchado. 
-¿Que es esto? ¿Te ha pegado?- Y empecé a temblar.
-No...es que me.. di.. con..-La corté, no podía más.
-TE A PEGADO JODER, ¿Y NO HACES NADA, EH? ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ MAMÁ.-
-Se ha ido, le he echado, para siempre.-Y gira la cabeza, sé que esta llorando, y todo por culpa del gilipollas de Ricardo que lo único que hace es hacerle daño. Pero estaba ciega, hasta ahora,  y en parte la entiendo, ella quería buscar una segunda oportunidad y la encontró, pretendía que fuese bien, pero eligió mal. La pobre siempre ha tenido mala suerte, con su primer novio todo iba bien hasta que se quedó embarazada y cuando él se enteró le abandonó. Mi madre apenas tenía 17 años cuando tuvo que renunciar a casi todo por mi, le costó mucho volver a creer en los hombres y encontrar a la persona adecuada para criarme. Y ahora pasará lo mismo, pero con una diferencia, ahora estoy yo para ayudarle a seguir adelante, para demostrarle que no nos hace falta un hombre para ser feliz. Le devolveré las ganas de vivir, igual que hice un día en su momento.
Comimos en silencio y mientras fregamos los platos, tras mucho esfuerzo logré convencerla para que fuese a pasar toda la tarde a casa de la abuela, para que se olvidase por un momento de todo aquello. Para que borrase la tristeza por unos minutos de su cara y sacase la mejor sonrisa de todas, porque eso para mí, es lo mas importante.

martes, 27 de noviembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 3.

Cuando me despierto estoy en la cama de Beto y son las 9:30, debió de llevarme cuando estaba dormida. Él aún duerme. Le miro mientras esta dormido, parece un niño pequeño. La imagen del día en que nos conocimos aparece en mi mente mientras me acomodo de nuevo a su lado. Lo recuerdo como si fuese ayer, estábamos en el parque Lorena y yo y ella había quedado con su 'noviete' allí. Cuando pensaba que iba a estar de sujeta velas apareció Luca acompañado de un chico. La pareja feliz se pasó toda la tarde juntos y no me quedó mas remedio que empezar a hablar con Beto. Hablamos de todo y de nada y sobre todo nos conocimos. El romance de Lorena y Luca duró poco igual que nuestra amistad, no supe nada de él hasta que me lo encontré por casualidad un día en las fiestas de mi pueblo. Nos prometimos volver a vernos y desde ese día nos hicimos muy amigos, los mejores. Beto estuvo cuando yo lo pasé mal con la separación de mis padres y jamás sabré como agradecérselo. Y ya han pasado 3 años de todo aquello, de cuando un chico que apareció de la nada pasó a convertirse en una de las personas mas importantes e imprescindibles de mi vida.
Vuelvo a mirarle y sigue dormido. Son ya las 10. Me dirijo descalza hacia la cocina, está todo intacto, aún no han vuelto. MIERDA, MAMÁ, ESTARÁ PREOCUPADA JODER. Corro por todo el salón buscando un teléfono, lo encuentro y marco rápidamente. Un pitido, dos, joder ¿y si la despierto?
-¿Si?-es ella, esta despierta.
-¿Mamá? Soy Alis, llamaba para que no estuvieses preocupada, me he quedado a dormir en casa de-Me cortó.
-Lo sé cariño, Beto llamo anoche ¿todo bien?-
-Si, todo bien, no tardaré en ir ¿vale?-
-Vale, te quiero.-
-Y yo a ti.- Y cuelgo, no puedo evitar que una lágrima rebelde se escape y corra libre por mi mejilla derecha.
Saco una sarten y frio un par de huevos, es lo único que sé hacer y esta vez me han salido bien. Vuelvo a la habitación y Beto sigue durmiendo. Recuerdo que tiene cosquillas y no puedo evitar vengarme por lo de anoche. Le acaricio por toda la tripa con mis pelos, primero habré un ojo y después el otro y me sonríe. Le digo que le tengo una sorpresa pero para ello debo de taparle los ojos. Nos dirigimos hacia la cocina, yo voy tras suya de puntillas tapándole los ojos con las palmas de las manos. Al llegar se los destapo y grito un 'TACHÁAAAAAN'.
Tardamos poco en desayunar  y mientras lo hacemos me cuenta lo que habló con mi madre, lo que le dijo para que no estuviese preocupada y ella le dijo se alegraba de volver a oír su voz.
-No fue la única que te echo de menos cuando te fuiste- Y me como el ultimo bocado y me dirijo hacia la habitación. Cuando vuelve yo ya estoy vestida con mi ropa.
-¿Te vas ya? Jo...-Y pone cara de cachorrito abandonado.
-Si, mamá estará preocupada aunque no te lo haya dicho, ademas quiero ver que tal fue todo después...-Y me giro evitando su mirada.
-Vale, perdona, ¿quedaremos otro día verdad?-Y me guiña un ojo.
-Por supuesto, pero esta vez invito yo.- Y le devuelvo el guiño. Nos miramos y nos reímos como dos niños pequeños.
Me acompaña hasta la calle y allí nos despedimos con un abrazo y un 'luego te llamo'. Cuando ya me he alejado un poco me doy la vuelta y compruebo que aún sigue en la puerta. Nos saludamos desde lejos y por su culpa choco contra una señora mayor. Le pido disculpas entre carcajadas y ella solo se limita a decir 'El amooor' entre suspiros. ¿Amor? ¿Yo enamorada? ¿De Beto? No, imposible, más que imposible, jamás.... o tal vez...No, no voy a pensar y comerme la cabeza por esto, no, no puedo, tengo que centrarme en lo que me espera cuando entre por la puerta de casa.

Prométeme un para siempre. Cap. 2.

La habitación también esta algo cambiada, el armario esta a la izquierda y enfrente hay un pequeño escritorio con una estantería encima y justo en frente de la puerta esta la cama. 
-Voy a cerrar el pestillo, para que no molesten.- Y yo como boba asiento con la cabeza. - ¿Que ha pasado esta vez? ¿No estarás en problemas?- Me mira preocupado.
-Mamá y Ricardo no paran de gritarse y pelearse, llevan varios días así y no se que puedo hacer, necesitaba largarme de allí y no sabía donde ir y  no sé porque pensé en ti y...-
- Tranquila -Y me abraza y me entran mas ganas de llorar. Pero soy fuerte y intento no llorar.- ¿Y el motivo de las peleas?
-Últimamente por todo, la comida, la ropa, el dinero...-
-¿Y tu madre? ¿no ha hablado contigo?-
-Sí me intenta explicar que lo hace porque viene cansado de trabajar, pero no se...-
-No se muy bien que decir en estos casos, Alis, pero espero que se pase pronto. - Y vuelve a abrazarme.
-Y yo.-Y me retiro de sus brazos.- Y de nuevo gracias por dejarme pasar.
-No digas estupideces, sabes que esta ha sido y será como tu segunda casa. A los chicos les da igual que traiga gente o no, no te preocupes.-Y acaba la frase con una sonrisa y un hoyuelo en el lado derecho.
Nuestros ojos se cruzan durante un segundo, nos separamos avergonzados, y de pronto se oye un ruido que proviene de mi estomago.
-¿No has cenado, verdad? Voy a ver que veo. No te muevas, vuelvo enseguida- Y me sonríe de nuevo y cierra la puerta. 
Me quedo sola en su cuarto. Comienzo a andar por el y me encuentro una foto nuestra de hace dos años o así. Ahí yo aún tenía el pelo negro y a él se le estaba empezando a esclarecer. Al lado hay otra foto, sale él abrazado a una chica y al lado de ella esta Thomas. ¿Será esa la novia de Beto? Al pensar eso un escalofrío recorre mi cuerpo. Todas las fotos están tomadas en Londres, seguro que fue en el intercambio de este verano. Hay muchísimas más fotos de Londres, pero en especial hay una en la que sale monisimo, tiene unos cuantos músculos marcados y el pelo parecido a Niall Horan. Quien le ha visto y quien le ve.
No tarda mucho en volver y cuando lo hace yo estoy tumbada en su cama con los ojos cerrados, ya que es lo único que me consuela.
-Oh, una bella durmiente- Grita y se abalanza sobre mi haciéndome cosquillas por todas partes, me retuerzo  y no para hasta que consigue que nos caigamos al suelo. Estamos tirados en la habitación, yo debajo y él encima, me tiene sujeta por los brazos. Volvemos a mirarnos a los ojos, estamos demasiado juntos y de pronto....mi tripa vuelve a sonar y estallamos en carcajadas. 
-Anda, vamos a cenar- Me dice mientras trae los sándwiches a la cama.
Terminamos de cenar y son las 11:30, por suerte mañana es sábado y no tengo que madrugar. Le digo que me voy a casa y él se empeña en que aún me quede un rato más que si nos estará solo ya que los chicos se han ido a una fiesta en una famosa discoteca de la ciudad. Me deja una camiseta y un pantalón de deporte suyo para que 'este más comoda'.
Decidimos ver una peli en el salón. Nos acomodamos en el sofá, están echando "Cartas a Julieta." y en poco y menos me quedo dormida.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 1.

Cierro la puerta y doy un portazo. Los gritos se oyen hasta en la calle, mi madre esta histérica y mi padrastro no para de gritarle, no se cual es esta vez el motivo de la pelea ni tampoco quiero saberlo. Me busco el roto que le hice a la chaqueta en el forro para guardarme ahí el tabaco, mi madre no soporta a la gente que fuma y por eso lo tengo que hacer a escondidas. Tras un rato buscando lo encuentro y veo que tengo el paquete casi entero, menos mal. Enciendo un cigarrillo y echo a andar calle arriba. No tardo mucho en fumármelo  estoy muy nerviosa y me tiemblan las manos. Estoy al borde del llanto y las imágenes de mi madre peleando con mi padrastro forman una terrible historia en mi cabeza. Me apoyo contra una pared e intento calmarme. Las calles están desiertas y solamente alumbradas por unas farolas cada varios metros. No tengo ni sé donde ir, mis abuelos murieron hace tiempo y no tengo mas familia. Pero de pronto la imagen de Beto aparece como un tsunami entre mis pensamientos, ya sé donde ir.
Llego a la puerta del piso y dudo si llamar al interfono o llamarle al móvil y mientras me decido alguien se posa detrás mía. 
-Perdona que interrumpa tus magníficos pensamientos preciosa, pero me están esperando para cenar.-Dijo sonriendo. La verdad es que su cara me sonaba pero no sabía de que.
-Oh, lo siento, es que..no...no me acuerd...donde...vivía bet..- Dije casi tartamudeando, ya que estaba helada. 
-¿Buscas a Beto?-Dijo con una sonrisa pícara.
-Emm...si..a Alberto, yo soy..una amigaa..suyaa...soy Alis.-
-¿Alis? ¿Alissa? -Asentí con la cabeza, para que no me tomara por idiota al hablar de esa manera- ¿Estuviste aquí hace tiempo verdad? Jajajaja Ya sé quien eres, anda sube, no te quedes ahí, Beto se alegrará de volver a verte.
Mientras subíamos las escaleras descubrí quien era, se llama Joan, me lo crucé en la puerta la otra vez que estuve, pero ha cambiado mucho desde entonces, se nota que va al gimnasio y la verdad es que tiene un buen culo. Un polvazo tiene, o dos. ¿Pero que estoy pensando? Vengo a buscar a Beto para que me ayude porque mis padres han vuelto a pelearse y en vez de pensar en que dirá cuando me vea por la puerta me entran ganas de hacerle de todo a Joan. Madremía, soy un caso.
-Entro yo primero, le digo que salga y así se lleva una sorpresa.-Dijo poniendo de nuevo esa sonrisa pícara. 
Se oían risas y gritos que provenían del piso y de pronto se comenzaron a oír pasos hacia mi.
-¿Hola?-Pregunto Beto con cara extrañado.
-Beto, lo siento muchísimo, pero no sabía donde ir-Me cortó.
-¿Alis? Joder, no te había reconocido ¿que a pasado?-Se acercó hacia mi y me cogió de las manos.- Estas helada, pasa antes de que cojas un buen resfriado.
Pasé al piso y comprobé que estaba totalmente cambiado, las paredes estaban llenas de posters de todos los grupos que te puedas imaginar. En el 'salón' había una especie de mesa pequeña y a su alrededor dos sofás y un par de sillones. En uno de ellos estaba sentado Thomas, un chico rubio flacucho, y en otro Jose, un chico bajito y gordito,  y de la cocina salia Joan con un par de cervezas en la mano.
Empezaron a silbar como locos al ver que Beto venía tras mía con mi mano cogida. Beto les hizo una señal para que se callarán y Jose no pudo evitarlo y dijo.
-Que pasa Beto, ¿no piensas presentárnosla?
-Ella es Alis, una amiga. -Dijo en tono borde.
-No te preocupes no te la vamos a quitar, toda tuya. -Dijo Thomas, y todos estallaron en carcajadas. 
Beto me miró y en sus ojos leí un 'Déjales, no tienen remedio'. Les hice un intento de sonrisa que quedo en una mueca cutre. Me dijo que íbamos a estar mejor en su habitación y nos dirigimos cogidos de la mano hacia ella. 

HOLA.

Hola. Bueno como habéis podido ver hace tiempo que no escribo en el blog. Me dejé una historia a medias y no se si algún día la continuare. Bueno llevo varios días con una historia en la cabeza y he decidido escribirla ahora. Espero que pueda acabarla y no me pase como con la otra. No se que titulo ponerle, y ahí es donde entráis vosotros. Quiero que leáis el primer capitulo que subiré ahora y me digáis como pensáis que se puede llamar la historia o bien por un comentario aquí o una mención en Twitter (@11BoingBoing). Tambien quiero que me digáis que os parece si os gusta o no (también por Twitter o con un comentario). Eso es todo, gracias. 

lunes, 18 de junio de 2012

Querido diario. Cap.4

-Narra Ella: 
18 de Junio de 2010. Por fin han acabado las clases. Estas semanas hemos estado muy agobiados y apenas hemos hablado. Tengo muchas cosas que contarte. Hace como dos semanas estaba muy agobiada por mi examen de Historia, en el me jugaba todo el curso y no me podía permitir suspenderlo ya que en los otros no tenía mucha nota. La tarde anterior al examen estaba peor que nunca, me temblaba todo el cuerpo y tenía una angustia que me comía por dentro y llegue a vomitar un par de veces. Cuando estaba a punto de derrumbarme por completo mi móvil sonó. Era el tono de Iván, cogí el móvil y descolgué. Debo reconocer que me alegró bastante poder oír su voz. Me pregunto que si tenía dos horas libres, dos horas en las que desconectar de todo y como estaba tan agobiada acepte, pensé que me vendría bien salir un momento y desconectar. Pasó a recogerme en la moto, me tapo los ojos con una venda y me subió a la moto. En esos momentos me temblaba todo ¿donde me llevaba? ¿por que me había tapado los ojos? Cuando paró la moto pude oler y oír la brisa del mar. Cuando me destapó los ojos pude comprobar lo que ya sospechaba me había llevado al mar. Estuvimos jugando en el agua una hora y cuando estábamos descansando en la arena se me acercó y me dijo: "Llevo mucho tiempo esperando hacer esto, no se como te lo tomes pero tengo que hacerlo." Entonces se me abalanzó sobre mi boca y me beso suavemente. Aún no me lo creo fue nuestro primer beso, el primero, el que nunca se olvida y fue en la playa. Durante el camino de vuelta a casa no hablamos nada, pero los dos teníamos una sonrisa dibujada en la cara. Cuando llegue a casa me despedí con otro beso y le dije: "Te lo debía, ¿no?" Y entré corriendo en casa sin darle tiempo a que respondiera. Gracias a él pude aprobar el examen de Historia.


-Narra Él:
20 de Junio de 2010. Gracias a Lucía he aprobado todo, la verdad es que me ha ayudado bastante con Biología y a sido todo gracias a ella y a al esfuerzo que ponía en que me enterase de todo. No te lo he contado pero hace un poco más de dos semanas me lancé. Le di nuestro primer beso. Ella estaba muy agobiada por los exámenes finales, sobre todo por el de Historia. Llevaba unos días que tenía mala cara y decidí llevarla a dar una vuelta para que se olvidase por uno momento y desconectará. Me llevé a Lucía a la playa, estuvimos un rato jugando y luego nos tumbamos sobre la arena. Ella estaba cansada, tenía la respiración alterada y yo mientras miraba divertido como respiraba. Entonces ella me miró y dijo: "¿Que miras? ¿Por que te ríes?" Estaba mas guapa que nunca, la luz del sol al atardecer le daba en todo el cuerpo y sus ojos tenían un brillo especial. Y en ese momento, cuando se mordió los labios algo dentro de mi me dijo que lo hiciese, me acerqué y la besé en los labios. No aguantaba más, no podía soportarlo. Mientras la besaba iba descubriendo sensaciones que no pensé jamas descubrir. Sin duda ella es el amor de mi vida. 

sábado, 9 de junio de 2012

Querido Diario. Cap.3

-Narra Ella:
20 de Abril de 2010. Hace mas de un mes que entre a su casa por primera vez y todavía cuando lo recuerdo se me dibuja una sonrisa en la cara. Este mes no nos hemos visto mucho debido a que me fui durante dos semanas a Londres de intercambio y vine ayer. Esta mañana en el instituto no le visto, según me han dicho lleva varios días sin ir. ¿Estará bien? Me tiene preocupada, tal vez vaya a su casa cuando acabe de entrenar con las animadoras, he perdido mucho tiempo con todo esto del intercambio y tengo que recuperarlo porque los partidos están cerca y aún no me se ninguna coreografía y no quiero defraudar al equipo. Me marcho.


-Narra Él:
20 de Abril de 2010. Son las 18:30 falta una hora para que Lucía termine de entrenar con las animadoras. Ella no lo sabe pero voy a ir  al gimnasio y que le daré una pequeña sorpresa. Sé que posiblemente sea pronto ya que no tenemos nada ya que solo somos amigos y tal vez ni eso porque desde que se fue al intercambio no la e vuelto a ver. Supongo que seguirá tan guapa como siempre o incluso mas. Voy a darle la pequeña sorpresa debido a que hace tres días fue su cumpleaños, ella como es natural no espera que yo le regale nada pero me gustaría tener un pequeño detalle algo que recordara para siempre, algo que pudiera llevar siempre encima. 


-Narra Ella:
21 de Abril de 2010. No te puedes creer lo que me a pasado, Iván a venido al gimnasio a recogerme y me a llevado a la colina que esta a las afueras de la ciudad. Allí justo en el suelo había un mantel con la bandera de Reino Unido. Como es natural morí de amor cuando vi que justo  encima del mantel había una pequeña cajita y junto a ella una nota que ponía "Dulces 16". La caja contenía un collar con un pequeño búho echo de arcilla. Le pedí que me lo pusiera él ya que no podría abrocharlo yo sola. Se sentó detrás mía, me quitó el pelo con delicadeza y mientras lo abrochaba me susurró al oído: "Siempre que lo lleves contigo, te dará suerte." Desde entonces no me lo he vuelto a quitar.


-Narra Él:
30 de Abril de 2010. Deberías de haberla visto ha vuelto mas morena de Londres y tiene el pelo más largo y claro. Le ha sentado muy bien cambiar de aires. Para la pequeña sorpresa la lleve a la colina, allí le tenia preparado una especie de picnic junto al río y sobre el mantel estaba la pequeña caja donde guardé el búho de la suerte. Cuando le quité la venda de los ojos se le dibujo una sonrisa radiante, las manos le temblaban y casi no podía hablar. Estaba emocionada, era la primera vez que la veía así. Cuando abrió la caja sus ojos se iluminaron y apareció un pequeño brillo en ellos. Le coloqué el collar sobre su cuello y le prometí que si siempre lo llevaba puesto tendría suerte y desde entonces cada vez que la veo lo lleva puesto. Ahora cuando nos vemos por los pasillos nos quedamos hablando y incluso hay veces que nos vamos juntos a casa. En muy poco tiempo todo a cambiado hemos pasado a ser unos completos desconocidos a ser los mejores amigos del mundo. Sé que tarde o temprano no podré aguarme y le confesaré todo, pero aún tengo miedo ya que no se como va a reaccionar. 

martes, 5 de junio de 2012

Querido Diario. Cap. 2

-Narra Él:
15 de Marzo de 2010, faltan apenas unos minutos para que suene el timbre y que para que ella este posada en el felpudo esperando a que abra la puerta. Mis padres por suerte no están en casa, así no me preguntaran cosas sobre ella que aún no se. Vamos a hacer un trabajo, posiblemente hoy no lo acabaremos y tendrá que venir mas veces a mi casa...o yo a la suya....espero que no, no por miedo ni nada, pero es mas fácil estar con ella en un ambiente que controlo.


-Narra Ella:
16 de Marzo de 2010. Ayer fui a su casa, estuvimos haciendo el trabajo pero también me enseño su "pequeño refugio". Era una habitación no muy grande, las paredes estaban llenas de posters y a un lado había una cama pequeña y justo en el techo había una pequeña ventana que daba al tejado, en una de las paredes estaba situado el escritorio con un montón de cómics encima, en el espacio entre la estantería y el escritorio había una especia de cuadro con un nombre, me acerqué para verlo mejor y pude comprobar lo que ponía. Al leerlo me gire de pronto buscándole, no estaba, había desaparecido sin que yo me diese cuenta. Salí del cuarto buscándole por todos lados pero como no le encontré decidí llamarme, no me sabía su nombre y entonces fue cuando recordé lo escrito en el pequeño cuadro y grite: "Iván, ¿donde estas?" Como de la nada salio de debajo del mirador, se quedo mirándome y dijo: "Aquí cogiendo unas cosas, no tardo." Me desconcertó su manera de mirarme, era de miedo pero miedo ¿de que? No lo entiendo, a veces actúa normal y otras es misterioso y extraño. Tal vez sea eso lo que mas me gusta de él. 


-Narra Él:
16 de Marzo de 2010. Ayer estuvo aquí, justo aquí, sentada en la cama mirando de un lado a otro, de arriba a bajo. Jamás voy a olvidar su cara era de alegría, parecía una niña pequeña sonreía a todo y recorría la habitación de un lado para otro gritando: "Bua, esto me gusta, ais esto me encanta. Jo me encanta tu cuarto." Que mona estaba, con sus trenzas morenas, sus gafas y su bolso colgado del hombro. Mientras ella observaba las mil fotos que tengo pegadas en la pared bajé abajo a coger el portátil. Entonces oí como una voz me llamaba por mi nombre, me asomé y era ella ¿como había descubierto mi nombre? Tal vez había descubierto el cuadro que bordó mi abuela con mi nombre, sí, seguramente sería eso.  Subí corriendo, no quería que se sintiera incomoda. Las horas iban avanzando y nosotros hacíamos el trabajo entre risas y carcajadas. La habitación se llenaba de luz cada vez que ella sonreía. Llego la hora de que ella se marchase a casa, baje a acompañarla y en la puerta me dijo: "No es justo, yo se como te llamas pero tú aún desconoces el mio. Me llamo Lucía, encantada." Me dio un beso en la mejilla, me sonrió y se fue dando pequeños saltitos, me quede boquiabierto. Cada día me gusta mas. 

miércoles, 16 de mayo de 2012

Querido Diario. Cap. 1

-Narra Ella:
 10 de Marzo de 2010, me he vuelto a cruzar con él por los pasillos. Como siempre nos hemos mirado, sonreído y al instante desviamos la mirada hacia el suelo y echamos a andar avergonzados. Como siempre él iba solo y yo con el equipo de animadoras. Algunas se han dado cuenta de nuestros cruces de miradas y me han aconsejado que pare, que acabará creyéndose alguien como nosotras, y siempre pienso lo mismo ¿Y que si se cree alguien de nosotras, es que por no ser "popular" no se puede hablar con nosotras? La verdad que ami me parece bastante interesante, siempre anda por ahí solo y con un cómic debajo el brazo. 


-Narra Él:
 10 de Marzo de 2010, la e vuelto a ver, iba tan guapa como siempre, con su traje de animadora y con los pompones en la mano. Aunque ella no se de cuenta la miro cada vez que la veo cerca, me quedo quieto observándola hasta que se da cuenta y me mira, entonces sostiene la mirada y segundos después la desvía y sus mejillas enrojecen. Me encanta como se sonroja, la manera en que me mira. Lo que pasa es que somos de diferentes mundos, ella es la típica chica 10: animadora, guapa, alta, estudiosa...y yo soy solo un friki, un triste friki.


-Narra Ella:
13 de Marzo de 2010, hoy el Tutor  le ha obligado a sentarse ami lado porque según el como siga así no podrá sacar el curso adelante, y que si pasa unas semanas a mi lado le serviré de ayuda. Se le notaba alterado, no quería mirarme y si lo hacia evitaba mis ojos. Para intentar que no tuviésemos silencios incómodos mientras hacíamos el trabajo de clase, comencé ha hablarle y solo contestaba con monosílabos. Me sentía incomoda no pensaba que nuestra primera conversación fuese así. Yo solo intentaba ser amable y conocerle, saber mas de él, de su forma de ser, de sus aficiones, sus gustos....pero nada no decía nada, solo simples "No", "Si". Así no hay manera de conocerle.


-Narra Él:
13 de Marzo de 2010, hoy Jose Luis ,mi tutor, me a sentado con ella para haber si se me pega algo de ella, haber si me vuelvo mas aplicado y empiezo a estudiar de una buena vez. La verdad es que agradezco que me pusiera a su lado, así puedo tenerla cerca, oler su piel, su pelo y mirar como se muerde el labio cuando intenta hacer algo que no le sale. A veces pienso que es una bobada, pero sin conocerla de nada le quiero, imagínate si la conociese. También me odio a mi mismo porque hoy me ha hablado y no me atrevido a contestar mas que un "No" o un "Si".


-Narra Ella:
15 de Marzo de 2010, hoy hemos hablado mas no se le notaba nervioso, hablaba poco pero mas que la otra vez. Nos han mandado hacer un trabajo y me ha dicho que si esta tarde podría ir a su casa para empezarlo. Aún no me lo creo, voy a ir a su casa, voy a conocer un cachito de él. Estoy  nerviosa no se que ponerme, no se si le gusto o le parezco simpática o solo le parezco una buena amiga, no se, estoy echa un lío, un gran lío. En mi cabeza rondan varias preguntas: ¿Y si no le gusto? ¿Y si le parezco patética? ¿Y si solo soy la chica animadora?

lunes, 19 de marzo de 2012

La carta.

Hola Carlos:
¿Cómo puede ser que hallan pasado tantos años? 
Parece que fue ayer cuando caminábamos cogidos de la mano por el parque. Cuando todo aún no había cambiado. 
Hace tiempo que intento escribirte, pero no sabia como contarte lo mucho que influyó tu ida en mi vida. Posiblemente no había reunido el valor de decírtelo, de tragarme mi orgullo y reconocer que te echo de menos. 
Ahora mismo está lloviendo en el pueblo, son las cuatro de la tarde aunque parece que ya es de noche debido a la tormenta que se aproxima. 
Estoy sentada en el sofá, mi Madre y mi Padre están trabajando y como bien sabes hasta las ocho no llegan. Y la luz se ha ido, esto solo a pasado dos veces en el pueblo, la primera te tenia ami lado sentado en el sofá con el portátil buscando información sobre nuestro trabajo de Historia y hoy es la segunda y tú estás tan lejos. Aún no lo tengo asumido, aunque con la gente me mostraba fría y que me daba igual por dentro estaba echa polvo, destruida, solo sabía fingir falsas sonrisas. 
No te puedes creer lo destrozada que quedé tras tu partida. 
Aquel día también llovía, ¿recuerdas? Elegisteis mal día.
Recuerdo que era domingo por la mañana, cuando me enteré que te ibas salí disparada de casa. Tú te subiste al coche después de darme un beso de despedida. En tus ojos se notaba la tristeza, no querías abandonarme, abandonar aquello con lo que eras feliz en esos años, aquello con lo cual soñaste durante años y lo conseguiste, aquello a lo que los dos llamábamos amor, pero no te quedaba mas remedio, no podías hacer nada tus padres lo habían decidido.
Cuando vi arrancar el coche y marcharse, el alma se me calló al suelo, no me importaba nada, me quede paralizada, sentada en el frio asfalto, con la lluvia sobre todo mi cuerpo, me daba igual si cogía una pulmonía porque mi única razón por la que vivir se escapaba preso en aquel taxi amarillo.
La primera semana fue muy dificil, toda mi habitación estaba llena de recuerdos tuyos, mi cama todavía olía a ti y aunque te parezca extraño oía tu voz en todas partes. Incluso llegue a faltar a clases, mi Madre se preocupaba tanto  por mi que llego a llevarme a un psicólogo. Ya ves, yo con  un psicólogo, lo que me pasaba en ese momento no se curaba con terapias, simplemente no se curaba con nada. 
Llegue a estar todas las tardes encerrada en la habitación, las chicas venían casi siempre a casa, pasaban un rato conmigo y por unos momentos conseguían alejarme de todo, y actuar como si todo aquello no hubiera pasado nunca.
Un día me desperté con muchas ganas de vivir, con ganas de olvidar todo, de no darme por vencida e intentar ser feliz. Seguramente que sin ayuda de ellas no lo hubiera conseguido, puede parecer una ñoñez pero gracias a ellas estoy aquí, escribiéndote esto, sentada, con un cuaderno y  un bolígrafo sobre las piernas. 
Solo me faltan unos meses para acabar el Bachiller, y cuando te marchaste apenas estaba en 3º de la Eso. 
Lo tenia todo superado hasta que llevo aquel 25 de junio, estamos todas en la graduación, con nuestros mejores vestidos y muy nerviosas. Y allí estaba tu silla vacía, seguramente no sería la tuya, pero todo el mundo estaba sentado y sobraba una silla, al verla sin querer tu imagen volvió a mi cabeza, no podía evitarlo, tu, sentado en el banco del parque y prometiéndome que irías a verme, que ibas a estar en primera fila, pero por desgracia no lo cumpliste. 
Estaba ausente, no me enteré ni de que pronunciaron mi nombre, y cuando Carla me avisó de que ya me habían nombrado me quede paralizada, mis piernas querían andar, pero algo en mi cabeza no quería mandar esa orden. Al fin, no se como mis piernas ejecutaron pequeños y cortos pasos, seguramente en este momento te habrás acordado de todas las noches que me acompañabas hasta la puerta de mi casa y por el trayecto mirabas como daba pequeños pasitos, tal vez ese sea uno de mis defectos, pero también era uno de los que mas te gustaban. 
Aún recuerdo la sonrisa que ponías cada vez que me mirabas, cada vez que ponía esa voz de tonta que todos en algún momento sacamos. Pero todo aquello ya forma parte del recuerdo, parte de nuestra historia, parte de la caja de recuerdos.
No se como habrías vivido tu todo esto, solo sé que espero que aún conserves algún momento junto a mi, y espero que sea un bonito recuerdo, 
¿porque para que sirve recordar momentos malos? Para nada, solo para abrir aún mas las grietas que algún día nos dejo.
Han pasado ya tres horas desde que empecé a escribir la carta, con tantas emociones que no sabía como expresarlas, no quería que pensases que todo era culpa tuya, pero si no te la escribía y te la mandaba no estaba a gusto, debía quitarme este peso y reconocer que te eché y echo todavía de menos. Espero que la carta te llegue, y si algún día quieres hablar sobre algo, ya sabes donde estoy, porque tal vez lo nuestro no funcionase por diferentes causas, pero como amiga siempre me tendrás.
Un beso.

viernes, 24 de febrero de 2012

Yo no creo en el amor.

"Yo no creo en el amor." Esas fueron las palabras con las que contesté a la pregunta que me hizo Érika.
Estábamos todas sentadas en el parque. A Marta siempre le gustaba estar sentada en el césped y por su culpa nosotras nos debíamos de sentar en el. 
María estaba contándonos su experiencia de la noche anterior con su novio. Yo como siempre estaba tumbada sin prestar mucha atención. Entonces fue cuando Érika pregunto:
-¿Y tú Irene, cuando encontraras a alguien? ¿Cuando te vas a enamorar?
Conteste la frase del principio. "Jamás me he enamorado, jamás me he sentido atraída por nadie. Y seguramente nunca me enamoraré, yo no sirvo para eso. Soy todo lo contrario a esas chicas que tienen miles de admiradores. Ellas son de minifaldas y yo de vaqueros. Ellas son de camisetas estrechas y con grandes escotes y yo de camisas anchas. Todo lo contrario.
Y siendo así nadie se fijará en mi, lo tengo aceptado."
Eso pensaba hasta que Samuel apareció en mi vida.
Era una fría mañana de niebla. Iba con la moto a toda prisa porque llegaba tarde a clase.
Él cruzaba la calle, con la niebla no lo vi, y cuando lo hice frené muy bruscamente. Del frenazo que  caí al suelo y Samuel muy asustado corrió a mi lado y me levanto la cabeza.
Lo primero que vi cuando abrí los ojos fueron sus bonitas pecas en la cara y sus grandes ojos verdes.
Me acompaño hasta la puerta de clase, y en el recreo me buscó para ver si estaba bien. Estuvimos hablando durante todo el recreo.
Me empezó a parecer simpático, muy simpático y guapo, sobre todo guapo pero no quería enamorarme, no quería estar pegada a alguien las 24 horas del día, no quería que después me rompieran el corazón.
Pero no lo conseguí, poco a poco me fui enamorando de él.
A la salida del instituto Samuel estaba enfrente de la puerta, pase de largo, no le preste mucha atención. Al poco mi móvil sonó. Era un numero que no tenia, descolgué y oí la misma voz que oí después de mi caída: "Hola pequeña patosa, te espero a las cinco y media enfrente de la heladería. No acepto un no por respuesta." y colgó. Me quedé boquiabierta, había quedado con él, no había tenido la oportunidad de inventarme cualquier escusa.
Cuando llego la hora de arreglarme estaba muy nerviosa, no sabia que ponerme, quería darle buena impresión y a la vez no quería aparentar alguien que en realidad no soy. 
Al final me decidí por unos vaqueros cortos y una de las camisas nuevas.
Cuando llegue él me estaba esperando dentro, salio disparado hacia la puerta cuando me vio. Me invito a sentarme a su lado, al principio todo fue muy extraño, estábamos callados, no hablamos nada hasta que el camarero trajo dos grandes helados de mora.
Me quede perpleja, ¿como sabia que me gustaba el helado de mora?
Cuando acabamos de tomarnos el helado me acompaño hasta casa y me despedí dándole un beso en la mejilla, subí a mi habitación y estaba muy contenta, con una sonrisa que llenaba toda mi cara, no podía creerlo, que yo, la chica de las camisas y vaqueros actuara así, como una niña pequeña que se ilusiona por cualquier cosa.
Cada día que veía a Samuel mas me enamoraba. Dejé de quedar con mis amigas para estar mas tiempo con él, me estaba convirtiendo en algo que yo siempre había odiado, pero no me daba cuenta o mejor dicho no quería verlo.
Cuando comenzamos a salir enserio todo cambio. Samuel estaba irreconocible, el chico amable, gracioso, agradable que yo había conocido se había esfumado. Comenzó a ponerse celoso por motivos insignificantes, no podía verme hablar con ninguno de mis compañeros de clase y si me veía siempre decía: ¿Quien es, te gusta?
Yo estaba enamorada, muy enamorada y llego a hacerme daño, mucho daño, no con golpes si no con actos. Comenzó a meterse en problemas, a tomar drogas.
Cuando decidí separarme de él ya era demasiado tarde, no podía dar marcha atrás, no podía hacer borrón y cuenta nueva. Echaba de menos a mis amigas, estaba arrepentida de haberlas perdido por un enamoramiento, pero tenían que entenderlo, era la primera vez que estaba enamorada, la primera vez que sentía lo que un día llegue a sentir por Samuel. No era justo, o eso pensaba.
Una tarde paseando por el parque me encontré a Érika, a Marta, a Sara, a Aure y a Laura tumbadas en el césped al lado del árbol en el que hacía meses todas habíamos tallado nuestras iniciales como símbolo de amistad. 
Cuando me acerque a ellas me miraron con caras tristes, Marta estaba comenzando a llorar.
Me senté en el suelo y todas me abrazaron. Les pedí disculpas entre sollozos, os preguntareis porque Marta estaba apunto de llorar, lo primero porque me echaba de menos y lo segundo porque no pudo evitar acordarse de Samuel, él era su primo y hacia menos de una semana que había muerto por causa de un accidente en moto. Yo intente llevarlo con tranquilidad y no derrumbarme delante de nadie, pero cuando todas me abrazaron no pude evitarlo. Estuve llorando durante horas. Cuando me calme me dijeron que no pasaba nada que estaba aclarado todo, que me entendían, me perdonaban y que volveríamos a estar como antes.
Hace ya un año de todo esto, pero aún me duele recordarle, desde que paso todo esto no me he atrevido a salir con ningún chico, todavía no estoy preparada, no podría soportarlo.
Fin.


PD: Espero que os halla gustado, es un cuento inventado no tiene nada que ver conmigo. Un beso.