miércoles, 20 de febrero de 2013

Prométeme un para siempre. Cap. 13.

Beto está blanco y la muy zorra sonríe mientras abraza a Jose. 
-¿Que pasa? No esperabas volver a verme y menos aquí, ¿verdad?-Dice mientras nos sonríe.
-¿Vanessa, que haces aquí?-Pregunta Beto mientras me suelta y coge con fuerza mi mano.
-¿No se lo has contado?-Vanessa mira a Jose y el niega con la cabeza.-Pues ya es hora de que se enteren, Jose y yo somos novios.- Y así es como nos suelta la bomba. Y la muy idiota tan contenta, solo quiere hacerle daño a Beto, está resentida y lo sé porque en su día intento hacerme daño ami. Pero ahora no solo estoy yo en medio, si no que también esta Jose y el no tiene culpa de nada.
Miro a Beto para ver su reacción, está callado y muy serio, pocas veces le he visto así. De pronto le dice a Jose que quiere hablar con él y yo me quedo sola con Vanessa. Tiene una sonrisa enfermiza de oreja a oreja y eso me pone muy enferma. No se que narices pinta aquí, según Beto ella siempre ha odiado entrar en  esta 'pocilga' llena de salidos. Me aguanto las ganas de gritarle un '¿Y porque eran unos salidos, eh?'. Pensará que Beto está celoso, que está consiguiendo lo que quiere y seguro que le dará igual los sentimientos de Jose. Que asco de tia.
Me mira de arriba a abajo y añade un 'Me gusta tu modelito' con bastante ironía. Estoy apunto de mandarla a tomar viento fresco cuando los chicos vuelven. Beto me dice que me lleva a casa y que ya seguiremos otro día.
Durante el camino no dice nada, esta callado, fijo en la carretera y no quiere mirarme.
-¿Todo bien?- Le pregunto bastante preocupada, puede que le haya dejado un poco descolocado la noticia, puede que incluso le importe, aunque no creo.
-Si, todo bien. Pero es que -hace una pausa para mirarme, le hago un gesto y él continua.- no entiendo como es tan idiota, como no se da cuenta de que le está utilizando.- Se ve que está preocupado por su amigo, que no quiere verle sufrir.
-Se dará cuenta tarde o temprano de como es ella.-Le digo mientras le acaricio la pierna para tranquilizarle un poco.
-¿Y sí no lo hace?-La voz se le empieza a romper, está apunto de llorar.
-Lo hará y si no, nosotros le ayudaremos. Te lo prometo.-Suelta un suspiro y me sonríe.
Beto es fuerte y pocas veces le he visto llorar, y si está así es porque de verdad le importa y mucho. Y es normal, yo mataría a quien hiciese daño a alguien importante.
Llego a casa y mamá corre a recibirme, parece algo alterada.
-¿Que pasa?- Le pregunto sin entender por qué está así.
-Julián, ha venido a verte.-Me dice y nota mi cara de asombro. No me lo puedo creer, lo ha echo, dijo que vendría para conocerme y lo ha cumplido.- Cariño, intenté buscar cualquier escusa pero insistía en que quería verte, te envié un sms para advertirte pero no sabía si aún te había llegado y te llamé un par de veces, ¿donde tienes el móvil?- Me pregunta. Me echo mano a los bolsillos, pero no lo encuentro.
-Mierda, me lo he dejado en casa de Beto.-
Paso al salón y Julián está sentado en una silla. Me mira y me sonríe.
-Guárdate la sonrisa.- Le he contestado borde, pero es que no sé que cojones hace aquí, no se para qué a venido, no sé porque ahora le intereso tanto. Me dan ganas de pegarle un puñetazo por cobarde y por cabrón.
-¿Que tal estás?-Me pregunta, así como si nos conociésemos de siempre.
-Ahora sí que quieres saber que tal estoy, ¿no? ¿Ahora quieres ir de buen padre? ¿Ahora es cuando te preocupas de tu hija? Pues lo siento, pero has llegado 17 años tarde.-Se ha quedado callado después de mi respuesta, mamá nos observa callada desde la cocina.
-Lo siento, fue un gran error. Estoy muy arrepentido.-Me dice y busca mis ojos.
-No vengas con arrepentimientos. No vengas pidiendo perdón porque no te lo voy a dar. Deberías haberte quedado con mi madre, deberías haberme cuidado entonces. Y sí taaaaaaan arrepentido estas, ¿porqué no has vuelto antes, eh? Ahora ya es demasiado tarde.-Me tiemblan las manos y a él se le ha borrado la 'sonrisa'.
-Pero...-No dice nada más. Intenta darme pena y lo único que me da es asco y está situación ya me está hartando. Se levanta y viene hacia ami.
-JAMÁS VOY A RECONOCER QUE SOY HIJA TUYA, ¿ME HAS OÍDO? AHORA LARGO, VETE, NO QUIERO VOLVER A SABER NADA DE TI. Y OLVIDA QUE TIENES UNA HIJA, OLVIDA, IGUAL QUE HICISTE UNA VEZ.- le grito y le abro la puerta de la calle. Sale por ella con la cabeza agachada y justo antes de subirse a su coche me mira y cierro la puerta de un golpe a modo de respuesta.

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