martes, 27 de noviembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 3.

Cuando me despierto estoy en la cama de Beto y son las 9:30, debió de llevarme cuando estaba dormida. Él aún duerme. Le miro mientras esta dormido, parece un niño pequeño. La imagen del día en que nos conocimos aparece en mi mente mientras me acomodo de nuevo a su lado. Lo recuerdo como si fuese ayer, estábamos en el parque Lorena y yo y ella había quedado con su 'noviete' allí. Cuando pensaba que iba a estar de sujeta velas apareció Luca acompañado de un chico. La pareja feliz se pasó toda la tarde juntos y no me quedó mas remedio que empezar a hablar con Beto. Hablamos de todo y de nada y sobre todo nos conocimos. El romance de Lorena y Luca duró poco igual que nuestra amistad, no supe nada de él hasta que me lo encontré por casualidad un día en las fiestas de mi pueblo. Nos prometimos volver a vernos y desde ese día nos hicimos muy amigos, los mejores. Beto estuvo cuando yo lo pasé mal con la separación de mis padres y jamás sabré como agradecérselo. Y ya han pasado 3 años de todo aquello, de cuando un chico que apareció de la nada pasó a convertirse en una de las personas mas importantes e imprescindibles de mi vida.
Vuelvo a mirarle y sigue dormido. Son ya las 10. Me dirijo descalza hacia la cocina, está todo intacto, aún no han vuelto. MIERDA, MAMÁ, ESTARÁ PREOCUPADA JODER. Corro por todo el salón buscando un teléfono, lo encuentro y marco rápidamente. Un pitido, dos, joder ¿y si la despierto?
-¿Si?-es ella, esta despierta.
-¿Mamá? Soy Alis, llamaba para que no estuvieses preocupada, me he quedado a dormir en casa de-Me cortó.
-Lo sé cariño, Beto llamo anoche ¿todo bien?-
-Si, todo bien, no tardaré en ir ¿vale?-
-Vale, te quiero.-
-Y yo a ti.- Y cuelgo, no puedo evitar que una lágrima rebelde se escape y corra libre por mi mejilla derecha.
Saco una sarten y frio un par de huevos, es lo único que sé hacer y esta vez me han salido bien. Vuelvo a la habitación y Beto sigue durmiendo. Recuerdo que tiene cosquillas y no puedo evitar vengarme por lo de anoche. Le acaricio por toda la tripa con mis pelos, primero habré un ojo y después el otro y me sonríe. Le digo que le tengo una sorpresa pero para ello debo de taparle los ojos. Nos dirigimos hacia la cocina, yo voy tras suya de puntillas tapándole los ojos con las palmas de las manos. Al llegar se los destapo y grito un 'TACHÁAAAAAN'.
Tardamos poco en desayunar  y mientras lo hacemos me cuenta lo que habló con mi madre, lo que le dijo para que no estuviese preocupada y ella le dijo se alegraba de volver a oír su voz.
-No fue la única que te echo de menos cuando te fuiste- Y me como el ultimo bocado y me dirijo hacia la habitación. Cuando vuelve yo ya estoy vestida con mi ropa.
-¿Te vas ya? Jo...-Y pone cara de cachorrito abandonado.
-Si, mamá estará preocupada aunque no te lo haya dicho, ademas quiero ver que tal fue todo después...-Y me giro evitando su mirada.
-Vale, perdona, ¿quedaremos otro día verdad?-Y me guiña un ojo.
-Por supuesto, pero esta vez invito yo.- Y le devuelvo el guiño. Nos miramos y nos reímos como dos niños pequeños.
Me acompaña hasta la calle y allí nos despedimos con un abrazo y un 'luego te llamo'. Cuando ya me he alejado un poco me doy la vuelta y compruebo que aún sigue en la puerta. Nos saludamos desde lejos y por su culpa choco contra una señora mayor. Le pido disculpas entre carcajadas y ella solo se limita a decir 'El amooor' entre suspiros. ¿Amor? ¿Yo enamorada? ¿De Beto? No, imposible, más que imposible, jamás.... o tal vez...No, no voy a pensar y comerme la cabeza por esto, no, no puedo, tengo que centrarme en lo que me espera cuando entre por la puerta de casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario