viernes, 28 de diciembre de 2012

Prométeme un para siempre. Cap. 8.

Llegamos y nos esta esperando para comer. La comida resulta ser muy vergonzante para mi. La abuela no para de intentar emparejarme con Beto y él le sigue el juego. Los dos parecen dos niños pequeños.
Cuando acabamos de comer Beto decide que vayamos al parque para que así me cuente todo lo sucedido con Vanessa.
Llegamos al parque pero hoy esta distinto. Todo esta cubierto de un bonito manto blanco de nieve. Unos niños juegan a tirarse bolas de nieve y cuando pasamos junto a ellos nos miran y silban. Pensarán que somos pareja o algo. Pero no creo que eso pase nunca.
Nos sentamos en nuestro banco, el más alejado de todo el parque. Me siento a lo indio encima del banco mirando hacia él. Me mira y me acaricia la rodilla.
-Bueno cuando quieras puedes empezar...-Tal vez no debería haberle dicho nada, pero no aguantaba. Quiero saber todo, todo y todo.
-Las primeras semanas estábamos bien, pero luego las cosas cambiaron.- ¿Que cosas? ¿Yo? ¿Fue porque aparecí yo de nuevo de la nada? Me doy cuenta que me estoy mordiendo las uñas y paro. Me mira y sonríe.-Y ayer le dije que no podía seguir con ella, que pensaba que la quería, y que la quiero, pero no como la debería de querer. Ella necesita a un chico que la quiera, que la sepa valorar y que la haga feliz día a día y que él también lo sea-
-¿Es que tú no eras feliz?-El corazón me late. Se gira y me mira.
-No del todo, porque yo solo puedo ser feliz con...-Y mira hacía adelante. Estoy nerviosa. Me tiembla todo.
-¿Con quien?-Quiero gritarle, que lo, diga que no me haga esperar. No me contesta. Y me pongo más nerviosa.-¿Eh?-
-Yo solo puedo ser feliz si estoy a tu lado, contigo, día tras día, minuto tras minuto.-Y se acerca a mi. Sus labios están junto con los míos. Cierro los ojos para disfrutar del beso. No es mi primer beso, pero si uno de los mejores. Nuestros labios se funden y noto como lucha por meter la lengua. Le dejo ganar y nuestras lenguas juegan. No me importa si nos ve mucha gente, no me importa nada. Solo él. 
Se despega de mis labios y me mira. Los ojos le brillan como jamás había visto que le brillasen. Su sonrisa es preciosa y solo me dan ganas de comérmela. 
-¿Y esto?-Solo soy capaz de articular esa palabra.
-Esto lo llevaba esperando hacer mucho tiempo, desde que te conocí. Cada instante he soñado con este beso. Porque jamás he logrado olvidarte. Ha habido muchas chicas que han pasado por mi vida, pero ninguna me ha dejado la huella que tú me has dejado. Ninguna me ha marcado tanto. Me da igual si una vez me hiciste daño, solo quería sentir lo que se sentía al besarte. Y ahora ya lo sé.-Y me entran ganas de llorar. No me lo puedo creer, ha estado siempre enamorado de mi.
-¿Y que sentías?-
-Que todo se paraliza, que quiero quedarme así para siempre, que te necesito para ser feliz. Y que quiero hacerte feliz.-Y vuelve a besarme, tal vez esperando a que yo me separé, pero no, no lo hago. Yo quiero también quiero quedarme así para siempre, solo que por ahora me lo callo.- ¿Y tu...?-
-¿Yo? Que deseaba esto con todas mis fuerzas. Que llegaras y me besaras, que me dijeras que me querías. Tal vez esto siempre ha estado dentro de mi y ahora es cuando debe salir.- Y le cojo de la mano. Nos levantamos y nos besamos. Seguimos besándonos y abrazados. Y le susurro en la oreja un 'Sé que es pronto, pero prométeme un para siempre.' Una sonrisa vuelve a dibujarse en sus labios y se abren para decir un 'Te lo prometo.'

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